7/4/10

Desayuno de campeones II

Otra mañana que te da el hambre en la paradita del café, otra mañana que te apetece algo de bollería (así empezó Martina Navratilova), pero recuerdas que pedir una palmera puede ser peligroso.
Te has levantado más latino que de costumbre, y decides pedir una napolitana. Error. No en esa cafetería, no mientras su contrato con la actual empresa alimenticia que le suministra siga en vigor.


Nota: La manzana permite hacerse una mejor idea de la magnitud de tamaña pieza. ¡WOW!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder, si que era grande sí, la leche, mejor una palmera, pero jdoer vaya palmaerita tb, comot e gusta cudiarte javi eh!!!

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