6/10/11

Galicia calidade

Viaje a Pontevedra. Parada en el camino para desayunar, 9 a.m., bar de carretera.
Mientras saboreas un exquisito donuts de chocolate, piensas en los placeres que te esperan esos días de vacaciones en la costa gallega. Te planteas por qué esa región tiene ese encanto. Será la gente, que es extrañamente amable y acogedora. Y en ese instante descubres por qué lo son.


Llamadme loco, pero si ese cuadro en la pared se acerca a la realidad, creo que si en Valladolid fuéramos a por marisco y los sirénidos nos recibieran de esa manera, tendríamos un carácter diferente.