Pero olvide la arquitectura y el paisaje, y céntrese en lo importante...elija un bar, cafetería o restaurante al azar, siéntese y pida la carta. Algo extraño ocurre en la hostelería palentina, y mi nuevo hobbie preferido es la lectura de sus ofertas.
Incapaz de enumerar todo lo que hemos encontrado, desde llamar charcrout al chucrut, inventos que revolucionarán el mercado como el burripizza (mitad burrito mitad pizza, obvio), o estupendos sitios especializados en cerveza, donde llaman Pirata a la Piraat. Bien pensado, deberían traducir todos los nombres, porque el inglés no se les da del todo bien...
Cambiando de tercio, mañana es el Día Mundial del Agua.
De eso también tienen, y muy variadito. Puedes recurrir al típico agua italiano, incluso el que repara la piel, pero calculo que vosotros sois más consumidores del incoloro fluido originario de la Patagonia, o de la lluvia de Tasmania...siento haberos subestimado.
Ahora bien, ha llegado el momento de que subáis un escalón, y paséis a beber el agüita de las estrellas, 60 euretes, recién traído del mismo Holliwood (¿quién necesita i griegas?).
P.D: Para los amantes de los deportes de riesgo, echad un trago del grifo del insalubre baño del pabellón de fútbol sala de Valoria la Buena, os reto.
1 comentario:
jajaj esta muy bien el reportaje pero lo del agua de valoria no te lo perdono. Ese agua la embotellan y vale mil chaval. De la fuente mineral del Molinooo y el Soto!!
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