Italia é diverso. Cuidan más sus monumentos, ya que no permiten comportamientos bárbaros habituales en el resto de Europa, como dar de comer a las palomas o bajar las escaleras con el ojete.
Las normas de seguridad y circulación están más que claras, meridianas. Si te dicen que pares, paras. No podrás decirle a un agente del orden que no viste la luz roja...
Con todo ese control, será mejor que hagas caso a sus advertencias, porque saben de lo que hablan. Mejor acceder a las estaciones de metro con gafas de buceo...


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