28/12/09

28D - Humillación

Quería preparar una maldad para el día de los inocentes, pero la ajetreada vida de un servidor (mi persona, no una computadora que provee servicios a otras computadoras denominadas clientes), me lo ha impedido. Algunos dirán que no me ha dado tiempo por dominguero, yo me considero simple y llanamente un hombre de negocios.

Para solucionarlo, voy a obsequiar a todos mis enemigos con esta flagelación pública de la época "2001: odisea en el gimnasio" que merece ser recordada.

Ya basta de aplausos. Los genios no los necesitamos. Sólo recordad un consejo: siempre que parezcáis estúpidos, la mayoría de las veces es porque lo sóis; y absolutamente siempre hay alguien que lo piensa.

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